El día en que las mujeres interpelaron a las instituciones y a la sociedad machista
El pasado 8M no fue uno más. Fue el día de celebración mundial, donde particularmente el reclamo de miles y miles de uruguayas, y también uruguayos, se hizo voz. Se trató de una señal clara y contundente: “basta de la opresión del patriarcado y de instituciones omisas y cómplices.”
Las mujeres ocuparon las calles de todo el país por sus justos derechos a la igualdad y en contra de la violencia de género. Esta histórica movilización del 8M fue una verdadera interpelación a la sociedad capitalista y a la cultura machista.
La proclama de la marcha, leída colectivamente frente a la explanada de la Universidad de la República poco el foco en visibilizar los problemas y demandar acciones concretas al Estado.
«Queremos seguir construyendo un movimiento que haga sentir su voz y sea visible», rezaba parte de la proclama.
A través de los centenares de carteles que las mujeres llevaban en sus manos quedaba evidenciaba la desigualdad: Algunos de los mensajes referían a la brecha salarial existente entre hombres y mujeres. “Por cada 100 pesos que gana un hombre por hora, una mujer gana 91”, o “Casi la mitad de las personas que se dedican al trabajo doméstico no se encuentra aportando a la seguridad social”. Hubo fuerte demanda al Estado para que aceleren la implementación de medidas contra la violencia de género y a favor de las víctimas y sus familias.
A la marcha del 8/3 concurrieron trabajadoras, estudiantes, sindicalistas, militantes y activistas sociales. Convocadas por la Coordinadora de Feminismo del Uruguay, de la que AFFUR participa activamente, se congregaron en la plaza Libertad, millares de mujeres vestidas de negro, luciendo lazos violetas y coreando consignas contra la violencia de género y a favor de la igualdad de oportunidades.
Varios números artísticos acompañaron la marcha. Se destacó la participación de la comparsa La Melaza, conformada íntegramente por mujeres. A este grupo se sumaron decenas y decenas de percusionistas, pintadas y vestidas para desfilar con un tambor por la avenida 18 de Julio. Esta demostración le dio color y calor a la movilización.
En la intersección de 18 de Julio y Río Negro se concentraron, a pedido del Pit Cnt, las mujeres afiliadas y militantes de sindicatos. Gremios de la educación, los pertenecientes a Cofe, los privados del Sunca, los metalúrgicos, APU, y muchos más portaban sus banderas e insignias, participando activamente de la movilización. Por su puesto que cientos de afiliadas y afiliados a AFFUR estuvieron al firme, comprometidos con la lucha por igualdad. Nuestros compañeros de la UTHC, la FEUU y ADUR lucieron sus banderas, en el “mar” de personas, carteles y pancartas que se extendieron por gran parte de la avenida 18 de Julio. El reclamo se hizo voz: “Tocan a una, tocan a todas”, “Ni una menos”, “Somos las nietas de todas las brujas que nunca pudieron quemar”, “Fuego, fuego, fuego al patriarcado”, se coreaba frente a la Universidad. Una hoguera iluminó la noche, cuando fueron quemadas numerosas escobas, un símbolo que representa el machismo y el patriarcado.
La proclama explicaba los motivo del paro de las mujeres: “Paramos porque la pobreza, el desempleo, la tercerización y la precarización recaen y se profundizan sobre nosotras, más aún en tiempos de crisis. Porque nosotras doblemente oprimidas, seguimos sosteniendo la jornada laboral».
Reafirmó que el paro de mujeres se originó porque “somos objeto de acoso, en la calle, en la escuela, en el trabajo, en las redes. Porque nos siguen presentando como objetos para satisfacer necesidades y deseos de otros, porque se nos cosifica, violenta y expone», remarcaba el texto.
Este 8M puede convertirse en un antes y un después, siempre y cuando la sociedad se empodere del reclamo de igualdad y que los discursos se conviertan en hechos. La Universidad de la República, es una institución con una fuerte presencia femenina ( el 66% del personal técnico, administrativo y de servicio, son mujeres). La Udelar tiene mucho para trabajar para eliminar las inequidades que a diario vivimos, en acoso y discriminación, y tomar acciones para lograr la igualdad de oportunidades. A seguir adelante y a redoblar el esfuerzo, porque la lucha no es de un solo día.
*Nota de Marcelo Bustamante