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Lo que dice Rodrigo, y punto.
La resolución 54 y la bipartita de salud, que nunca fue…
La UDELAR, como el resto de la administración pública, incluyendo a la educación, está elaborando protocolos de seguridad y salud laboral para cuando se produzca el reingreso generalizado a las actividades laborales presenciales, que hoy se hayan distorsionadas debido a la pandemia del coronavirus covid 19.
Las instituciones públicas han ido acordando, con sus respectivos sindicatos, estos protocolos de reingreso. La elaboración de los mismos es obligatoria de acuerdo a la resolución N° 54 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), del 19 de marzo de 2020. Esta resolución ministerial recoge la recomendación del Consejo Nacional de Salud y Seguridad en el Trabajo, ámbito tripartito donde participa el Gobierno Nacional, el PIT-CNT, y las cámaras empresariales.
En concreto la resolución 54 del MTSS obliga al “empleador”, a la “Comisión Bipartita de Seguridad” (Decreto 291/07) y a los “Servicios de Prevención y Salud en el Trabajo” (Decreto 127/14) a coordinar los mecanismos necesarios para confeccionar los protocolos de prevención y actuación ante el coronavirus covid 19.
Recordemos que de acuerdo al Decreto 291/07 los sindicatos tenemos derecho a negociar nuestras condiciones de salud laboral con nuestros empleadores.
Conocida la resolución 54 del MTSS, AFFUR inmediatamente le solicitó a la UDELAR la creación de la “comisión bipartita de salud”, ya que en la UDELAR esta comisión no existe. Se hicieron entonces varias tratativas con el Pro Rector de Gestión, e incluso AFFUR elaboró un extenso documento, con la valiosísima colaboración técnica de los prevencionistas y la abogada de AFFUR.
Si bien en las conversaciones con el Pro Rectorado de Gestión parecíamos avanzar hacia un entendimiento, la respuesta final siempre era la misma: “lo tenemos que consultar con Rodrigo”…
Rodrigo no recibe…
La actual Mesa Ejecutiva de AFFUR se ha intentado entrevistar con el Rector Rodrigo Arim, pero hasta ahora, sin éxito. En general, por una cuestión de protocolo o cortesía, los rectores reciben a las nuevas direcciones sindicales, aunque más no sea para una presentación formal. No tenemos conocimiento, en la historia de la UDELAR, que un Rector no haya querido recibir a una dirección sindical de AFFUR.
A la fecha en que se escribe esta nota (23 de mayo de 2020) le hemos cursado un nuevo pedido de reunión, y veremos que nos responde esta vez.
En las anteriores oportunidades se nos ha contestado desde Rectorado que el Sr. Rector designó al Pro Rector de Gestión para que éste se encargue de los temas referidos a los “no docentes”. El Rector no nos recibe pero nos deriva al Pro Rector de Gestión.
El Pro Rectorado nos recibe siempre, nos escucha muy amable y respetuosamente, y ciertamente no tenemos ninguna queja para con el Pro Rectorado, todo lo contrario. Pero siempre, ante cada tema candente, la respuesta es la misma: “lo tengo que consultar con Rodrigo”.
Como el lector ya podrá imaginar, la negociación termina ahí. O simplemente no hay más respuesta a los planteos, y se deja pasar el tiempo, o si insistimos en una respuesta la misma siempre es negativa.
Rodrigo, el que decide, no habla con nosotros. El Pro Rector sí habla, pero no decide… Así es difícil…
Esto es algo nuevo. No conozco a muchos rectores, pero recuerdo perfectamente bien que con Arocena y Markarian podíamos hablar, y ante situaciones candentes siempre tomaban las riendas de la negociación, y en general llegábamos a acuerdos.
La “negociación” del Protocolo de reingreso
Después de mucho insistir de los sindicatos, y por otra parte como la UDELAR ya empezó a pensar en un reintegro más generalizado a la actividad presencial (de hecho el CDC votó el régimen de asistencia restringida solamente hasta el 31 de mayo, llegado esa fecha no sabemos qué pasará) la UDELAR se decidió finalmente a “negociar” con los sindicatos un Protocolo de reingreso a la actividad presencial.
El tema se planteó en la bipartita general de negociación colectiva, y como la redacción de un protocolo de estas características es algo muy complejo, técnico, y engorroso, se encargó la tarea a un Grupo de Trabajo, en el cual, además de los representantes institucionales, participamos representantes de AFFUR, UTHC y ADUR.
Este grupo de trabajo tenía la única función de elaborar una propuesta de redacción para llevar a la bipartita general, que era el ámbito de discusión política.
El grupo trabajó con dos insumos: una propuesta de protocolo elaborada por el Rectorado, y otra propuesta de protocolo elaborada por AFFUR. La idea era poder armar una propuesta de consenso para llevar a la discusión de la bipartita general.
Debemos decir que el clima de trabajo en este grupo fue excelente, y se hicieron muy valiosos aportes. ADUR y UTHC hicieron aportes muy buenos, y varios representantes institucionales también. Además, todos los que se expresaron en el grupo, consideraron en forma elogiosa muchos planteos de AFFUR. Dicho grupo se reunió dos veces y tuvimos intercambios de documentos por mail.
En la segunda y última reunión del grupo (el jueves 21 de mayo), los representantes del Pro Rectorado quedaron en armar un texto con lo trabajado para presentar en la bipartita general, que era al otro día. Dicho texto debía incluir los consensos a los cuales habíamos arribado en el grupo de trabajo.
Sin embargo, no tuvimos ninguna instancia previa en el grupo para discutir el texto concreto que se iba a presentar en la bipartita general del viernes 22 de mayo, porque los tiempos apremiaban.
La mayoría de los compañeros de AFFUR tomó conocimiento de este texto un rato antes de la bipartita general del viernes. Otros nos enteremos del mismo el jueves a última hora (nos enviaron un mail a la noche).
Como se imaginarán dicho texto fue un balde de agua fría.
Y el problema no es solamente que no se recogiera prácticamente nada de los planteos de AFFUR, cuando en la discusión del grupo todos los que se expresaron habían estado de acuerdo, sino que además el texto deterioraba la posición original que había manejado la delegación institucional del propio grupo. Es decir: en vez de avanzar, ¡habíamos retrocedido!
En suma, el texto que se presentaba era, evidentemente, la posición de Rectorado y no mucho más. No se atendieron los planteos sindicales de AFFUR y ni siquiera los planteos que hicieron otros representantes de la delegación institucional.
Fue tan evidente el descuelgue que, en la presentación en la bipartita del viernes, el único que defendió el texto que presentaba el grupo de trabajo fue el Pro Rector de Gestión, que ni siquiera había participado en las reuniones del grupo.
Nadie de la delegación institucional que participó en el grupo de trabajo dijo nada en defensa de ese texto, que evidentemente había sido algo impuesto desde “arriba”, y no tenía nada que ver con el proceso de discusión que se había desarrollado en el grupo.
En este contexto, la bipartita del viernes 22 fue una catarsis de la delegación sindical de AFFUR, que se sintió engañada y defraudada.
Quedó claro que nunca hubo voluntad de acordar nada, pero por lo menos esto quedó en evidencia.
La política de la UDELAR, en lo referido a los no docentes, hasta que logremos revertirlo, es lo que dice Rodrigo, y punto.
¿Cómo seguimos?
Como nos enseñaba el entrañable histórico abogado de AFFUR, hasta que se jubiló, Mario Pomatta, para las patronales la mejor negociación es la que no existe. Por lo tanto no podemos caer en la ingenuidad de creer que esta situación con la UDELAR se arregla con diálogo.
Es evidente que la estrategia definida por el actual Rector de la UDELAR es la de no negociar con los sindicatos no docentes. Cumplen con la formalidad de concurrir a las instancias de negociación, obligatorias por la ley 18.508, mandan al Pro Rector de Gestión a que se “banque”, por un par de horas, tener que escuchar nuestras reivindicaciones, y ahí termina, para la institución, el proceso de negociación colectiva. Pero en definitiva la política de este rectorado es la de ignorar los planteos de los sindicatos.
Sin dudas que para revertir esto el Plenario Federal de AFFUR deberá aprobar un potente plan de lucha, las negociaciones deberán hacerse en el ámbito del Ministerio de Trabajo (es inútil seguir negociando solamente en forma bipartita con la UDELAR), se deberán pedir auditorías externas de las condiciones de trabajo (denunciar todo ante la Inspección del Trabajo), hacer todas las denuncias públicas que haya que hacer, señalando las contradicciones de la institución: “en casa de herrero cuchillo de palo”, trabajar con los distintos colectivos a la interna de la UDELAR, de docentes y estudiantes, que no están de acuerdo con estas formas autoritarias de gestión, y, por sobre todas las cosas, adoptar las medidas de lucha sindicales de las cuales disponemos.
Solamente cambiando las correlaciones de fuerza obligaremos a la UDELAR a negociar, “de buena fe”, como marca la ley.