¡¡¡NO EN NUESTRO NOMBRE!!! 22 de febrero en AFFUR

¡¡¡NO EN NUESTRO NOMBRE!!!

 

Así comenzaba la convocatoria a repudiar la charla que darían en el enclave sionista “Centro Maimónides”, los integrantes de la delegación del Pit-Cnt que retornaban de una visita a Israel en abril del año pasado, invitados por Histadrut.
Reclamábamos, desde nuestro lugar como trabajadores organizados, mantener los principios de solidaridad con los oprimidos. Usurpando la voz de las y los trabajadores uruguayos, pretendieron hacernos decir que Israel es un estado «normal», que no hay un régimen de apartheid. Así se colocaron -y nos colocaron- del lado del opresor y no del oprimido. Escuchan y visitan al ocupante y no al ocupado, se hacen amigos del colonizador y no del colonizado.
Colaboraban así en limpiar la imagen de Israel y ocultar sus crímenes, negando la existencia de un régimen de ocupación colonial (que cumple siete décadas) y de segregación racial (reconocido en informes de la propia ONU). Porque no escucharon ni visitaron al pueblo palestino, se creen la propaganda sionista que presenta a Israel como ‘la única democracia de Medio Oriente’, cuando en realidad es un país donde no todos son iguales ante la ley, y la población no judía sufre discriminación legal, territorial, política, social y económica.

En este casi año que pasó, se ha profundizado criminalmente la ofensiva de la ocupación sionista sobre la población palestina. La crisis humanitaria de Gaza, la cárcel a cielo abierto más grande del mundo, provocada por el bloqueo de Israel se agudiza día a día, tornándose un verdadero infierno para quienes viven allí; quienes además deben soportar los permanentes bombardeos de aviones y drones. En Cisjordania viven la ocupación de sus tierras, el despojo, la demolición de viviendas, la pérdida de sus recursos naturales y el destrozo de los cultivos a manos de los colonos y el ejército de ocupación que los custodia. Balas, cárcel y muerte es a lo que se enfrentan todos los días. El asesinato hace unos días de un adolescente cazado cual si fuera en un zafari y la detención de la adolescente Ahed Tamimi desde diciembre pasado, son claros ejemplos de las permanentes violaciones a los derechos humanos de los palestinos que lleva adelante Israel en forma sistemática.

Dentro de esta cruda realidad, el Pit-Cnt mantiene vínculos con la central sionista Histadrut, vínculo que nos avergüenza profundamente, ya que esta central ha sido un pilar fundamental en la colonización de Cisjordania y en la explotación de los trabajadores palestinos de los territorios ocupados. Explotación que fue institucionalizada por una decisión del gabinete israelí en octubre de 1970, según la cual la administración militar debería supervisar su empleo. Histadrut era partícipe en este acuerdo. Diez por ciento de los salarios de los trabajadores palestinos irían a un «fondo de ecualización», el cual se suponía que proporcionaría a la población de los territorios ocupados servicios sociales y culturales. En realidad, este dinero fue utilizado para financiar la ocupación y los trabajadores no recibieron ningún beneficio. Adicionalmente, cada trabajador palestino tenía que pagar el uno por ciento de su salario en concepto de cuotas a Histadrut. Cuando el servicio de inteligencia del Shin Bet usó permisos de trabajo como medio para coaccionar trabajadores palestinos a colaborar, siendo colocados en una lista negra aquellos que se negaban y sus permisos de trabajo cancelados, Histadrut no hizo nada.

Desde los sindicatos palestinos, enviaron al Pit-Cnt un llamado donde explicaban: “Les recordamos que Histadrut apoya públicamente el régimen de apartheid, colonización y ocupación de Israel, incluyendo las masacres contra la población en la ocupada y sitiada Franja de Gaza. También permite a los colonos judíos ilegales en la Cisjordania ocupada unirse a la organización, ignorando el hecho de que todos los asentamientos israelíes son considerados una flagrante violación del derecho internacional, como lo reiteró la más reciente resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU. No se trata sólo de una organización históricamente conectada con la limpieza étnica de la tierra palestina, sino que también es uno de los pocos sindicatos en el mundo que continuaban apoyando el régimen del apartheid en Sudáfrica mientras era boicoteado por el movimiento internacional de trabajadores.”

Para volver a decir NO EN NUESTRO NOMBRE y que sea definitivo, que no haya más viajes ni cursos con Histadrut, para poder nuevamente ser solidarios con el oprimido y no con el opresor, es que proponemos un encuentro de sindicatos, agrupaciones y militantes sindicales, este JUEVES 22 DE FEBRERO A LAS 19 HORAS EN AFFUR (Canelones 2033), con la idea de conversar y plantearnos caminos para conseguirlo.
Reafirmamos que ISRAEL ES UN ESTADO TERRORISTA QUE SE SOSTIENE BAJO UN REGIMEN DE APARTHEID, con el cual no queremos mantener vínculos de fraternidad de clase a través de “centrales” colonialistas.

 

Fraternalmente